12 de septiembre de 2005

De la ciudad "Conocí a una mujer"

La rutina muestra escenas, personajes que la mayoría de las veces escapan de la atención, pueden durar un segundo o varios. Qué sucede cuando das una limosna?
Suelo hacerlo con personas que creo están necesitadas, o bien cuando ofrecen algún tipo de servicio por ridículo que este sea.

Algunos sólo exhiben su miseria a la espera de cualquier limosna, generalmente dada con desprecio. Otros tienen alguna habilidad artística o pretenden tenerla, pero esta vez no ha sido el caso.

Hace varios días tuve que recorrer la misa ruta de siempre para llegar a la oficina, un autobús y un par de estaciones del Metro.

Por lo general siempre hay algún vendedor o alguien pidiendo limosna. Pero esta vez abordó una mujer joven –supongo- Llevaba algo sobre la cabeza, parecía un trapo sucio o al menos esa era la impresión de tal harapo.

Estaba parada en el extremo izquierdo del vagón, todavía lejos de mí. Al avanzar el ritual de costumbre dio comienzo: exponer el caso, el tipo de ayuda necesitada, los agradecimientos y de ante mano algunas bendiciones para asegurar alguna moneda. Terminando con un recorrido quizá denigrante, pero esta vez cambio el protocolo.

La mujer hablo sobre su desgracia personal, y cómo está la había llevado a pedir limosna. Cumplió con todo lo esperado. Expuso su caso y la ayuda, hizo lo de siempre con los agradecimientos pero hábilmente agrego que tenía SIDA (lo cual no entiendo hasta ahora qué importancia tiene para conseguir un trabajo) luego se puso de rodillas casi delante de mí.
Hizo eso después de decir: - Sí no me creen me pongo de rodillas-
Qué escena tan patética y triste. No sé si no debí darle nada, pero creo que sentí lastima por ella y le deje un par de monedas. Le sonreí al dárselas pues no sé porque estaba de buen humor.
Pero ella las recibió sin siquiera mirarme a los ojos.
Después bajo rápido del vagón para repetir la misma operación.

¿A alguien más le habrá causado lástima esta mujer?

1 comentario:

Unknown dijo...

ash me caga la gente que se sube a pedir limosna y que para colmo te dicen que la ignoras, tirandote mierda bien cabrón!!!





para eso existen los trabajos de obreros.