13 de diciembre de 2004

Debrayes

Soñé una voz que me decía- Te voy a dejar sin sangre y voy a irme -
Me tocó la frente y no quería.

Son sus sombras las que me abrazan, repiten lo que ya han dicho antes (más les valdría callarse…)

Es como leer un libro con una mano, como escribir una carta excitado.
Es soñarte demasiado.
Aún no me resigno a escuchar la armonía del universo: cada cosa, las formas y las voces se unen a través de una inspiración irreverente, que no espera a nadie para nacer.

Y me preguntó - ¿Cómo es que puedes acariciar un reflejo?-

Pero le pregunte si podría tocar sus labios.
Quisiera perderme bajo una lluvia de piedras, olvidar que ha heredando la virginidad sin saberlo y descansar por fin mi rostro en su sexo, complacido.

Aún no hay nada, lamentablemente tengo que seguir esperando la soledad que es inevitable.
Tendré que resignarme a ella.
¿De quien serán los años dorados?
¿Para mañana?
Es una pregunta tan difícil, tan triste como para contestarla hoy.

Mañana dormiré esperando que de alguna manera todo haya cambiado, me resignaré a la espera que aún sufre.
¿Y qué es lo que queda?
Un mañana exactamente igual, hay quienes hacen todo lo posible porque eso cambie.
La gente quiere evitar el miedo a través de la fe, de la incoherencia.

Así como los imbéciles niegan el orden del universo, elogian la indiferencia, el todo y la nada. Casi podría asegurar que estas no existen. Pero me alegra que exista la vida.

Algunos tratan de entender desde lejos lo que no pueden sentir, ah!!! Como les gustaría sentirse vivos.
Yo mataría.
Hoy es tal vez un sueño, pero mañana despiertas un poco más viejo, cada vez duele más despertar sin esperar que el sueño tenga que terminar.
Mmm despertar…

Fue tan extraño recordar su imagen, parecía que me mirabas a través de la foto, cuantas veces pude ver tu sonrisa, le escribí a cada cabello pero aún siento tu cuerpo ignorado por la cama.

Está a punto de amanecer otra vez, recuerdo que he pasado días sin salir a la calle. Cuan desgraciada puede ser la existencia. Ahora me he refugiado en el cine, patéticamente me he dado cuenta de la insoportable necesidad de vivir a través de él.

Lo único bueno de esto es que he sacado ganas para escribir. Sé que no soy el único. Pero me estoy convenciendo de que pueden ser innecesarias las personas.
1.- No existe ninguna persona que de su vida por la tuya, de lo que se concluye que el hombre es egoísta.
2.- Se trata de ir por la vida ignorando (de ser esto posible) al prójimo.
3.- Nada es tan imposible como sentir; pena, lástima o asco por un semejante.

Ah!!! Ya viene mi mañana, de antemano sé que será igual que hoy, lo único hermoso es que tengo mis recuerdos y las ganas para escribirlos. De saber un poco más de ayer, aunque hoy no me mueva nada.

Hoy compartiré mi tiempo con la pluma, trataré de llegar a la oficina temprano, trataré de ignorar la ciudad, tomaré una silla con ruedas para pasearme en los inmensos dos metros que tengo por reino en la oficina. Me sentaré casi todo el día frente a la maquina, charlare con amigos a los que no tengo tiempo para ver, he de sonreírle al monitor con la estúpida ilusión de mirar una respuesta en algún rostro.

Así el buen Farabeuf permanecerá sentado esperando con ansia y con desesperación regresar a casa, salir con alguien, aunque volverá para hablarle al recuerdo que a pesar del tiempo aún duele.

Farabeuf se ha recetado dormir, para olvidar que existe. Aunque le de pena escribir, tiene que caminar sin alma.
Es extraño para él como pueden arder los ojos y no poder dormir. Continuar sin descanso, pensando, mirando y no poder hacer nada para evitarlo.

Hoy tratará de vencer a su mente.

(En un par de horas tengo que despertar, sí existes, me encantaría encontrarte mañana)

Esto es tan asqueroso como pisar una cucaracha descalzo.

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